No hubo público este jueves en el Palau pero el Barça jugó poseído por el espíritu de su afición, a la que brindó una de las mayores exhibiciones de los últimos años. Siempre en la terna de candidatos para proclamarse campeón continental, el Fenerbahçe fue borrado del parquet como lo es una flor por una bomba nuclear. No quedó ni rastro del equipo que dirige Kokoskov tras el descomunal recital de baloncesto que ofreció el equipo de Jasikevicius, que consolidó así a lo grande su liderato en la Euroliga
Las grandes temporadas del Barça se han cimentado siempre en un Palau inexpugnable y Jasikevicius, por mucho que no tenga a siete mil fieles animando a los suyos en cada partido, lo sabe bien. Hasta ahora, el CSKA de Moscú y el Real Madrid ya habían sufrido la ira azulgrana en su vetusto pabellón. Una lista de víctimas que pasó a engordar el Fenerbahçe, un equipo desdibujado por un rival que tuvo la misma piedad que un león africano con un ñu.
Había alertado en la previa el técnico azulgrana que su equipo se enfrentaba a una de las mejores defensas del continente. De hecho, el Fenerbahçe promediaba poco más de 70 puntos encajados por partido antes de ser vapuleado en Barcelona. Y es que la respuesta de los jugadores del Barça al mensaje de su técnico fue irse al descanso habiendo anotado ya 51 puntos y habiendo asegurado prácticamente el triunfo. Un recital en toda regla que alimenta las esperanzas de un equipo construido precisamente para esto, para grandes gestas.
Lo mejor para el Fenerbahçe es que recibió una paliza rápida y hasta cierto punto indolora porque el Barça agarró el choque bien pronto y ya no dejó de apretar. Una de esas noches en que hay que sacar una única lectura positiva: mejor encajar una derrota humillante que perder muchas veces plantando cara.
El partido comenzó con un pequeño intercambio de canastas, pero los triples de Mirotic y Abrines empezaron a poner tierra de por medio en el marcador de inmediato. El acierto desde el perímetro volvió a resultar fundamental para cimentar la victoria barcelonista.
Pudo rotar mucho Jasikevicius pero Mirotic aprovechó muy bien los minutos que estuvo en pista. El montenegrino escaló hasta los 16 puntos en menos de 20 minutos.
El 51-29 que lucía al descanso dio paso a un segundo recital por parte de los menos habituales que completaron la exhibición. Smits y, especialmente, Kuric acapararon la atención.
Fuente: lavanguardia.com · Foto: euroleague media
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