El equipo aragonés pierde en Hungría, tras desplomarse nuevamente en el tramo final, y se jugará su clasificación para la siguiente fase en los dos próximos partidos
El Casademont perdió en Hungría, ante el Falco Szombathely (94-86), tras desplomarse en un último cuarto infausto, totalmente improductivo. El equipo zaragozano encajó un parcial de 12-0 en el tramo final, cuando los locales golpearon repetidamente desde el perímetro al ejecutar lanzamientos triples sin ninguna oposición. Los aragoneses no sólo cedieron su primer duelo continental, sino que a punto estuvieron de perder el ‘basketaverage’ particular con los magiares, un factor que se antoja decisivo para la clasificación final. Al menos, los de Sergio Hernández lograron salvar este aspecto, tras haber ganado por 9 puntos en el pabellón Príncipe Felipe (85-76), y se jugarán su acceso a la siguiente ronda del torneo en las dos últimas jornadas: visitará primero al Nizhny Novgorod ruso, y cerrará la fase de grupos en casa, ante el Start Lublin.
En el partido, finalmente, no participó Javier Justiz, quien se quedó fuera de la convocatoria por una sobrecarga en la rodilla. El cubano había regresado a las pistas el pasado miércoles, tras once meses de inactividad, y lo hizo con sensaciones muy positivas en su juego (12 puntos anotados en 16 minutos de juego). Pero su sustituto, Jason Thompson, fue este martes el mejor hombre de la plantilla zaragozana, con unos registros de 23 puntos y 8 rebotes (31 créditos de valoración), y con un solo fallo en sus lanzamientos.
El duelo se mantuvo igualado en los primeros compases, con un elevado ritmo anotador (9-9, a los dos minutos y medio de partido). Bray sumó 6 de los primeros 9 puntos visitantes, mientras que Varadi y Bruinsma eran los jugadores más incisivos de los locales. El problema del Casademont atendía a la defensa, de nuevo quebradiza y vulnerable, muy permisiva: los húngaros, de hecho, anotaron con suma facilidad en sus siete primeros ataques, con una efectividad máxima en sus lanzamientos (7 de 7 en tiros de campo) que retrataba las continuas desatenciones de su adversario.
En el otro lado de la pista, a la productividad de Bray enseguida se unió Dylan Ennis (8 puntos prácticamente consecutivos) para anular las ventajas del equipo magiar (20-20). Thompson, desde la línea de personal, y Robin Benzing y Sulaimon, ambos desde el perímetro, establecieron la máxima renta del equipo aragonés (22-27) a los 9 minutos de juego, que aumentó después con un nuevo tiro libre de Thompson. Al cierre del primer acto, la escuadra de Sergio Hernández ya había tomado el mando (22-28), tras haberse fortalecido atrás.
En el segundo cuarto, Thompson volvió a ofrecer muy buenos minutos, exhibiendo una superioridad manifiesta en la pintura y aportando en numerosas facetas del juego. También lo hizo Hlinason, poco después, cuando relevó unos minutos al estadounidense. El equipo zaragozano llegó a adquirir una ventaja de 12 puntos en el marcador, pero los húngaros redujeron distancias con los triples de Bruinsma y Zoltan Perl, hasta situarse a sólo dos tantos (39-41) al cuarto de hora de partido. Por entonces, el equipo aragonés ya se había desatendido atrás. En este sentido, el Casademont es un bloque voluble, inconstante, de caras opuestas; y los locales aprovecharon el desplome de su rival para recuperar el pulso y voltear nuevamente el marcador, ahora con las acciones de Kyan Anderson y Devin Searcy. Al menos, los zaragozanos alcanzaron el descanso con ventaja, aunque mínima, tras culminar Jason Thompson una genial asistencia de Dylan Ennis (49-50).
El Casademont aumentó sus prestaciones defensivas en la reanudación. Los locales permanecieron cuatro sin anotar -sometidos, ahora sí, por la notable presión de los zaragozanos- y su técnico tuvo que detener el partido para intentar modificar el escenario. Por entonces, la escuadra zaragozana había adquirido una ventaja de siete puntos en el marcador (49-56), pese a errar numerosos lanzamientos liberados. Especialmente Benzing, quien sólo acertó en uno de sus 10 primeros tiros de campo. El germano sí atinó poco después, con un certero triple, cuando el Falco se había situado a sólo cuatro puntos y comenzaba a amenazar de nuevo con la remontada. Al filo de la media hora, el Casademont seguía gobernando el duelo, aunque con los magiares muy cerca (66-68) después de tres tiros libres de Kyan Anderson. Thompson, otra vez, salió al rescate en los últimos compases del tercer acto. El pívot ya sumaba 19 puntos y 4 rebotes, en 23 minutos de juego, y sin ningún fallo en sus lanzamientos (70-72).
Thompson -con un tapón y dos canastas-, también monopolizó las primeras acciones de mérito del último acto. El Falco no se descompuso y ofreció una tenaz resistencia, sobre todo por la capacidad ofensiva de Kyan Anderson y Zoltan Perl. A cinco minutos de la conclusión, la escuadra magiar se hallaba a un solo punto de distancia (81-82), lo que conllevó el tiempo muerto de Sergio Hernández. A partir de ahí, los locales exhibieron un mayor acierto en el tiro exterior, y tomaron ventaja con los triples consecutivos de Bruinsma, Benk y Anderson (90-84). El Casademont era un bloque anárquico, desnortado, sin orden ni disciplina, sin criterio. Y su indolencia pudo tener consecuencias muy perniciosas: se quedó a un solo punto de perder el ‘basketaverage’ particular, lo que hubiera comprometido aún más sus opciones de acceder a las eliminatorias directas.
fuente: elheraldo.es
CEO de Piratas del Basket
twitter personal: @raainaga
twitter web: @piratasbasket
mail: redaccion@piratasdelbasket.net