El rendimiento del argentino como director de orquesta principal está provocando que no se eche de menos a Eric Washington
En el último partido de Monbus Obradoiro todos los focos mediáticos estaban en el primer duelo profesional entre los hermanos Howard. Durante el partido no fue ni mucho menos lo más importante deportivamente hablando, pero una fantástica segunda prórroga donde Jordan se impuso a Markus en un duelo de patio de casa confirmó la historia vendida por los medios.
La gran victoria contra Baskonia ha sido el punto álgido en positivo de un meritorio inicio de temporada del equipo de Moncho Fernández, siendo la contrapartida negativa la remontada que sufrió a manos de Morabanc Andorra. Los santiagueses se han sobrepuesto a un inicio accidentado en el que la sobrecarga de partidos por la previa de la BCL, las lesiones de Rigoberto Mendoza y Jordan Howard y la salida de Eric Washington han sido pesados lastres contra los que luchar. A pesar de todos esos inconvenientes, el Obra suma cuatro victorias y cinco derrotas, que podrían haber sido seis y tres de no ser por los horribles minutos finales contra andorranos y bilbaínos. Los gallegos ocupan la novena plaza a día de hoy gracias a su fortaleza en el Fontes do Sar, donde solo han perdido un partido de cinco jugados.
En este brillante inicio compostelano se ha escrito sobre el gran mes de octubre de Thomas Scrubb, con su primer MVP de la semana incluido, del gran rendimiento de Artem Pustovyi en su vuelta, a pesar de sus problemas con las faltas, y de Jordan Howard. La búsqueda de protagonistas individuales por los medios y la afición es habitual en baloncesto, pero lo cierto es que Monbus Obradoiro está funcionando como un equipo con mayúsculas. Son los quintos en valoración media con 93, tras Real Madrid (111’44), Barça (100´56), Unicaja (99’44) y UCAM Murcia (97’22), con un juego muy compensado entre defensa y ataque, como demuestra su séptima posición tanto en ratio (puntos por cien posesiones) ofensivo con 112’3 como defensivo con 109’8.
Además de los nombres ya mencionados, es justo destacar el trabajo de Tres Tinkle, irregular pero con grandes partidos como este último contra Baskonia, el paso delante de Álvaro Muñoz con las lesiones en el juego exterior, la rápida adaptación de Roko Badzim y las actuaciones ofensivas en partidos sueltos de jugadores como Marek Blazevic y Álex Suárez. Pero hay un jugador que está siendo clave en este buen inicio, aunque no brille en las estadísticas más llamativas, y ese es Fernando Zurbriggen.
Su rendimiento desde la rescisión de Eric Washington
El base estadounidense dejó el equipo gallego tras la derrota contra Morabanc Andorra y Zurbriggen ha asumido el puesto de base titular, pasando sus minutos de 12:50 a 27:16. El Obra ha jugado cuatro partidos con Fer en el quinteto titular y ha sumado dos victorias. Los números del argentino en esos cuatro partidos son de 8’5 puntos, 4’75 rebotes, 4’25 asistencias, 2 recuperaciones y 12’75 de valoración. Pero como ya hemos dicho, lo más importante de Zurbriggen no son sus números individuales, si no como está dirigiendo al equipo y el Obra ha promediado 86’75 puntos por los 81’8 de media de las cinco primeras jornadas.
En la rueda de prensa posterior a la victoria contra Casademont Zaragoza, en la que Zurbriggen sumó 14 puntos y 19 de valoración, sus récords esta temporada, Moncho Fernández hacía las siguientes declaraciones: “Si, jugó muy bien. Fernando es un jugador que lleva mucho tiempo con nosotros. Yo creo que hoy ha jugado su mejor partido con Obradoiro. A lo mejor a la gente le viene a la cabeza el triple que mete o los robos, pero yo me quedo con la dirección del equipo. Ha dirigido al equipo fantástico, ha sabido correr, parar, buscar las ventajas, ha jugado francamente bien. Ha sido actor fundamental en que hayamos jugado los mejores diez minutos de la temporada.”
Las estadísticas en las que sí que brilla
Fer Zurbriggen ha tenido difícil destacar en las estadísticas tradicionales desde su debut en la ACB por los pocos minutos de promedio que ha disputado. Llegó siendo un jugador joven en 2021, siendo Santiago su primer destino profesional fuera de su Argentina natal. En la 21/22 tenía por delante a Braydon Hobbs y en la 22/23 a Leo Westermann, dos bases con pasado en Euroliga. En su primera temporada también compartía posición con Albert Oliver y se fichó a mitad de curso a Phil Scrubb, mundialista este verano con Canadá, y que es un combo que jugó muchos minutos de base en estas dos temporadas.
Por esos motivos hay que irse a la extrapolación a cuarenta minutos o a la estadística avanzada para ver los aspectos numéricos en los que si destaca Zurbriggen entre los bases de la ACB. Desde su llegada ha sido uno de los mejores “bajitos” reboteadores de la competición, así como uno de sus “ladrones” más destacados entre todos los jugadores. En la 21/22 fue el tercer mejor porcentaje de rebotes (TRB%) entre los bases con 10’3%, tras Calathes y Sipahi, y en la 22/23 fue el mejor base puro con 9%. En este inicio de curso va segundo entre los bases tras Renfroe con 9’3% y también es el mejor jugador en porcentaje de recuperaciones (STL%) con 4’2%, habiendo sido el curso pasado el cuarto con 3’7% tras Erik Quintela, Ethan Happ y López-Aróstegui.
En la extrapolación a cuarenta minutos fue el segundo mejor base reboteador de la 21/22 con 6’6, el tercero de la 22/23 con 5’6 y va segundo este año con 5’9. En recuperaciones por cada cuarenta minutos es el mejor jugador con 3’1, empatado con Xavi Rabaseda, y el curso pasado fue el cuarto con 2’7. Su subida de minutos de estos últimos partidos por fin lo sitúa en las posiciones nobles de la estadística total de recuperaciones al ser el octavo de la general con 1’4.
El heredero de una “tradición” del Obra de Moncho Fernández
Monbus Obradoiro es un equipo que se ve obligado a cambiar de jugadores continuamente. Su bajo presupuesto, el no competir en Europa y el ejercer de equipo puente y formador son las principales causas que llevan a que sus principales referentes salgan más pronto que tarde del club. Pero si hay un puesto donde hemos visto algo más de continuidad es en el de base. Fer Zurbriggen comparte evolución y varias características con Pepe Pozas y Rafa Luz, los dos directores de juego que más partidos han jugado con el Obra, siendo Pozas el jugador líder con 202 y Luz el cuarto con 103, empatado con Pumprla y Pustovyi, que deshará el empate la próxima jornada. Los tres son bases que llegaron jóvenes a Santiago, que destacaban más por su defensa e intendencia que por su capacidad ofensiva, aunque aquí hay que decir que Zurbriggen tiene mejores virtudes para anotar que Rafa y Pepe, y que comenzaron siendo los suplentes claros durante temporadas enteras pero que acabaron como titulares.
Pepe Pozas y Rafa Luz tuvieron que trabajar mucho para convertirse en el tipo de base que Moncho Fernández quería para aplicar su libreto, pero finalmente se hicieron con el timón del Obra y se convirtieron en “soldados de Moncho”. Ambos fueron en su momento directores de juego que trasladaban a la cancha las instrucciones del Alquimista de Pontepedriña, que eran constantes en su aportación, en la que primaba siempre el equipo por encima de todo, y que aumentaban el tono defensivo del Obra. Fer Zurbriggen ya está en ese momento e, independientemente de si se ficha un nuevo base o no, el argentino ya ha demostrado que está preparado para ser titular y cuenta con la confianza de Moncho Fernández tras dos años de mucho trabajo por ambas partes para llegar a esto.
No preguntes que puede hacer el equipo por ti, pregunta que puedes hacer tú por el equipo.
