Y así, tras una larga travesía los Chicago Bulls, franquicia fundada en el año 1966, encaran en junio de 1991 la primera final de su historia. ¿Su rival? Uno de enorme impacto, Los Angeles Lakers, que han eliminado al equipo más en forma del Oeste, los Portland Trail Blazers. Se miden Jordan vs Johnson, “air” vs “magic” y hay un anillo en juego. La NBA y el mundo se frotan las manos
Ahora se cruzan el cuadro campeón y el aspirante. Los Lakers, acostumbrados a vivir finales y ganarlas (triunfan en ocho de las disputadas en los 80), contra unos Bulls que aspiran por primera vez al ansiado trofeo Larry O’Brien.
Los de Illinois no son novatos a estas alturas de la temporada, ni mucho menos. Son un grupo acostumbrado a pelear y competir contra los más aguerridos Pistons un año sí y otro también. Poseen la mentalidad necesaria para aprovechar esta oportunidad.
Una final al mejor a siete encuentros tiene varios momentos clave, instantes donde las pequeñas diferencias hacen decantar la eliminatoria, y ganar el primer partido es algo que, sin ser definitivo, se puede convertir en algo más que una de las cuatro victorias que exige el título.
GAME 1. LOS LAKERS GOLPEAN PRIMERO
El 2 de junio de 1991, en un engalanado Chicago Stadium abarrotado con 18.676 espectadores, los angelinos enseñan el oficio del campeón y se aprovechan a ra- tos del nerviosismo del rival inexperto. Sin embargo, la primera mitad se mueve entre cifras de igualdad, con un ajustado marcador (51-53) al descanso para los Bulls pero la reanudación es letal para ellos. No por las diferencias, nunca insalvables, pero sí por la sensación. El miedo a perder ante su público carga de pre- sión a Chicago. Los visitantes se valen de un mal tercer cuarto de los Bulls para abrir ventaja. Pese a ello, Michael tiene un último tiro para alterar las cosas, lanza y se sale por centímetros. El vibrante primer choque se decanta finalmente para los californianos (93-91).
Los Lakers usan una rotación muy corta, de solo ocho jugadores. Su quinteto titular asume 88 puntos de los 93 p, que anotan.
Magic Johnson firma un triple-doble, 19 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes, James Worthy ayuda desde fuera con 22 p., Sam Perkins, con 22 p., y un gran Vla- de Divac, con 16 p., 14 rebotes y 3 tapones. Es en la pintura donde se le escapa el partido a los Bulls, que no pueden igualar el juego interior.
En Chicago solo dos jugadores mantienen el tipo, Michael Jordan, al lograr 36 puntos, 12 asistencias y 8 rebotes, y Scottie Pippen, aportando 19 p., 7 rebotes y 5 asist., y cuando esto ocurre suele ser sinónimo de derrota para los de Phil Jackson. Hasta cinco jugadores se quedan en unos pobres seis puntos: Horace Grant, Bill Cartwright, John Paxson, BJ Armstrong y Will Perdue
Al final del partido, Magic analiza elegante la victoria: “Pudo decantarse de un lado a otro. Michael, ese lanzamiento, casi me detiene la respiración porque estaba adentro y salió”.
Mientras, Worthy habla de lo que les espera en el siguiente encuentro: “Los Bulls tienen que volver con mucha intensidad. Deben ganar. Tenemos que prepararnos para medirnos a un equipo que está un poco molesto, un poco más hambriento, un poco más agresivo”.
Esta primera derrota de Chicago llega en medio de un ambiente de muchos nervios. Jordan ha tenido en sus manos el balón que hubiera cambiado el resultado final de entrar en el aro pero… eso es pasado. Ahora debe limpiar su cabeza e involucrar al resto. En tres días hay un nuevo partido, el último en casa antes de afrontar los encuentros en Los Angeles. Es inconcebible perder otra vez como locales para ponerse 0-2 en la final, así que trabajan para evitar ese fatal escenario.
GAME 2. FURIOSA REACCIÓN DE CHICAGO
Se espera una inmediata reacción de los Bulls. Su quinteto funciona desde el inicio como un diapasón, con todos los jugadores involucrados, destacando la fortaleza defensiva de Cliff Levingston, un suplente importante desde la segunda línea del equipo. Los Lakers sufren pero el tanteo va parejo hasta el descanso (43-48), a partir de ese momento, Chicago toma una ventaja de diecisiete puntos y terminan venciendo de forma clara (86-107).
Jordan, el estilete, con 33 puntos, 13 asistencias y 7 rebotes, está apoyado por Pippen, con 20 puntos, 10 reb. y 5 asist., Grant, con 20 p. y 5 reb., Paxson, con 16 p. y 6 asist., y Cartwright, con 12 p. y 5 rebotes. Todo el cinco inicial funciona, todos parecen involucrados.
En la plantilla entrenada por Mike Dunlevy, sobresale Worthy, 24 puntos y 5 rebotes. Y Divac cuaja otro gran encuentro, labrándose un inmejorable estatusl, con 16 p., 5 reb. y 5 asist., Magic termina con 14 puntos y 10 asistencias, flojo en el tiro (4/13) debido a la asfixiante defensa que le imponen Pippen y Perkins.
“No hicimos las cosas de manera diferente”, dice Jordan antes de añadir: “Fue solo que nuestra energía fue más alta y estábamos más relajados. En el tercer cuarto tomamos el control del juego. Pudimos eliminar su juego de poste y sentí que todos estábamos listos para jugar”.
Una de las razones del resultado es la gran defensa de Pippen sobre Magic. El alero de los Bulls lo explica al final del encuentro: “Básicamente, estaba tratando de defender a Magic en toda la cancha, para que no pudiera desbaratar nuestra defensa… Tuve éxito”.
Magic también reconoce la fortaleza de Scottie: “Es mucho más físico que Mi- chael, entonces, el enfrentamiento es diferente. No pensé que iban a emparejarme con Scottie, pero creo que se vieron obligados a hacerlo”.
La final se traslada a Los Angeles. El empate (1-1) garantiza tres partidos más en el Forum.
GAME 3. SOLO TRAS UNA PRÓRROGA SE DECANTÓ LA VICTORIA
En la nueva batalla, los Lakers se acercan al triunfo del partido cuando a falta de diez segundos se ven arriba (92-90) pero una sutil suspensión de Jordan da pie al tiempo extra. Ahí, ante el desasosiego de unos californianos que ya se veían vencedores, los Bulls rematan la faena durante una noche que supone el punto de inflexión, al triunfar (104-96) y colocarse 2-1 en la final, recuperando el factor cancha perdido en el primer encuentro, con la sensación anímica de estar un paso por delante de los angelinos.
Por parte local, destacan Perkins, con 25 puntos y 9 rebotes, Divac, con 24 p. y 7 reb., Magic Johnson, con 22 p., 10 asistencias y 6 rebotes, y Worthy (19 puntos). En Chicago brilla el bloque con Jordan al mando. La súper estrella, además de forzar la prórroga, clava 29 puntos y roza el triple doble (9 rebotes y 9 asistencias). Le apoyan: Grant (22 p.), más un trío con dobles dígitos ofensivos: Pippen, Paxson y Levingston.
Sobre la jugada clave que fuerza la prórroga, Grant destaca: “Es genial tener a Michael en tu equipo en estas situaciones. Si tiene 10 segun- dos, o incluso 3 segundos, sabes que puede anotar”.
Jordan explica la canasta ciertamente sorprendido por no sufrir ayudas defensivas: “Me sorprendió mucho que pudiera jugar un uno contra uno en ese tiro. Le dije a Craig Hodges y John Paxson que estuvieran listos para lanzar el triple, pero pude irme de Byron Scott y lanzar por encima de Divac”.
GAME 4. LOS ANGELES, AL BORDE DEL PRECIPICIO
Para los Lakers cada partido perdido es una losa, y cuando caen en el tercer duelo tras la prórroga y ante su afición, su mentalidad mengua. Todo lo contrario les sucede a los Bulls, que se sienten cada vez más cerca del sueño. Estas vibraciones se palpan en el cuarto encuentro.
Los angelinos solo aguantan en el primer acto, que se termina con 27-28. A partir de ahí, los Bulls se van de forma irremediable en el marcador, de ocho puntos al descanso y del doble al sellar el tercer cuarto. El último periodo, mero trámite, acaba con triunfo solvente de Chicago (97-82), un suplicio para los 17.506 espectadores congregados en El Forum.
En los Angeles solo destacan Magic (22 puntos y 11 asistencias) y Divac, que se está marcando una final para el recuerdo, y aporta 27 puntos y 11 rebotes. Worthy se queda en unos discretos 12 tantos, y tras ellos poco, muy poco más. Así es complicado que los de Dunlevy se hagan valer ante estos Bulls lanzados a por su primer anillo.
El cinco titular de Jackson funciona en bloque, con Jordan anotando 28 puntos, Paxson 15 p., Pippen 14 p., Grant, 14 p. y Cartwright 12 p.
La frustración de la derrota marca las declaraciones posteriores al partido de Magic Johnson: “Michael y todo su equipo estuvieron genial. No puedo estar molesto porque nos están ganando jugando un mejor baloncesto. Hay que darles crédito, cuando Michael está muy bien y el equipo está muy bien, son imbatibles”.
Y Worthy tampoco puede contener el sentimiento de impotencia tras no dar con la tecla para poder competir ante estos Bulls: “Llegué al punto en que no podía hacer nada de lo que sentía que tenía que hacer”.
En el otro bando todo es diferente. Jordan, exultante, ve cada vez más cerca el momento de ganar el ansiado campeonato: “No creo que nadie pudiera haber anticipado que dominaríamos así. Pero estamos jugando un gran baloncesto. En este momento, somos un equipo con mucha confianza”.
En una serie que va 3-1, los Bulls son “virtualmente” campeones porque nunca se ha emontado una eliminatoria con tal diferencia y Los Angeles dudan entre si podrán alargar la final o si los Bulls sentenciarán en el quinto encuentro.
GAME 5. EL REY YA TIENE SU CORONA
Y llegamos al 12 de junio de 1991, una fecha señalada para todo aficionado de los Bulls. Los Lakers, que tienen la baja de dos titulares, Scott y Worthy, pelean contra su destino y al final del tercer acto las espadas están en todo lo alto (80-80). La victoria será para el equipo que primero logre coger la escapada buena. Chicago lo hace al adquirir una renta de entre cinco y seis puntos que saben mantener hasta el definitivo 108-101.
Si. Por fin, los Chicago Bulls se proclaman campeones de la NBA por vez pri- mera en su historia. Michael Jordan ya es El Rey con Corona.
Jordan termina el encuentro con 30 puntos y 10 asistencias, Pippen, excelente, añade 32 puntos, más 13 rebotes, 7 asistencias y 5 recuperaciones. Paxson suma 20 puntos, anotando además varios tiros importantes, y Grant aporta 11 puntos y 6 rebotes. Son un equipo campeón.
En los Lakers, Magic, bien defendido por Pippen, se dedica a repartir juego y termina con un triple doble (16 puntos, 20 asistencias y 11 rebotes) para que anoten Perkins (22 p. y 9 reb.) y A.C. Green (13 p. y 7 reb.). Sin Worthy ni Scott por molestias, Divac realiza su peor partido de la final (8 p.y 7 reb.). Los de Dunlevy pelean hasta donde pueden pero el anillo es para unos Chicago Bulls que se imponen por un claro 4-1.
A nivel estadístico, hallamos el porqué de la clara victoria de Chicago. Son superiores en ataque, con 101,4 puntos anotados contra los 91,6 de los Lakers. Además, los Bulls lanzan a canasta con un 52,7% de acierto en sus tiros de dos, y Los Angeles con un 44,7%. Otro dato que define la verticalidad en el juego de los vencedores son las asistencias, 27,8 frente a 19,2.
Michael Jordan, que destaca tanto en anotación como en creación de juego, con más de 31 puntos y 11 asistencias de media, se lleva el MVP.
Pippen se consagra en el Olimpo al promediar en las finales casi 21 puntos, 10 rebotes, 7 asistencias, valores que refuerza con una gran defensa sobre Magic Johnson. En el otro bando, Magic que nunca ha estado cómodo en la cancha durante el enfrentamiento, concluye la final con una media que roza los 19 puntos, más de 12 asistencias y 8 rebotes. James Worthy supera los 19 tantos y Vlade Divac terminó con más de 18 p. y casi 9 rebotes, dejando unas magníficas sensaciones (el anticipo de que el serbio está capacitado para tener una larga y próspera carrera NBA).
Lleno de confeti y antes de caer en suelo del vestuario, llorando con el trofeo en sus brazos, Jordan declara: “No puedo más que acordarme de todos los pasos que yo y toda la organización hemos dado durante siete años. Nos acercábamos más y más. Y ahora lo hemos logrado. Ahora trabajaremos para que todo esto se asiente”, detalla revelando que no tiene la menor la intención de bajarse de lo más alto en los próximos años.
Pippen recuerda a quienes decían ayer que los Chicago no lograrían el título bajo el individualismo de Jordan: “Todos decían que no podía ganar un campeonato siendo el máximo anotador de la NBA. Sacrificó su juego, sigue siendo el máximo anotador de la NBA y ya ha ganado el campeonato”.
Phil Jackson, siempre viendo las cosas desde una forma comedida, añade: “Es realmente algo importante. Es una emoción maravillosa. No soy muy de festejar pero cuando entré al vestuario sentí un júbilo insoportable”.
De esta forma, gracias a su primer anillo, los Chicago Bulls empiezan a arman un equipo que años más tarde entraría de lleno en la historia con un grupo de jugadores que serían capaces de ganar tres campeonatos de forma consecutiva, con este cinco titular inamovible: John Paxson de base, Michael Jordan de escolta, Scottie Pippen de alero, Horace Grant de ala-pívot y Bill Cartwright de pívot.
Y a su lado, el base BJ Armstrong como reserva con más minutos, Dennis Hop- son y Cliff Levingston en la segunda línea del juego exterior junto al tirador Craig Hodges (el único jugador de la franquicia nacido en Chicago), y ya por dentro: Stacey King, Will Perdue y el novato Scott Williams para completar la rotación. A ellos se sumaría, Toni Kukoc, gran apuesta de Krause en el Draft de 1990 que se hace de rogar. De hecho, el croata aun jugaría unos años más en Europa antes de aterrizar en Chicago en 1993.
Ya pasado el tiempo, al echar la vista atrás comprobamos que los Chicago Bulls de 1991 obtuvieron su primer anillo sin demasiados apuros al completar los playoffs con un balance global de 15 triunfos y solo 2 derrotas.
A pesar del nerviosismo ante la posibilidad de fallar, un temor que amenaza a los Bulls a lo largo y ancho de toda la fase crucial del campeonato, su dominio en estas finales se debe calificar de… incontestable.
Estadísticas jugador por jugador (* = titulares)
Chicago Bulls
*John Paxson – 13.4 puntos, 3.4 asistencias, 2.0 rebotes y 1.0 recuperación
*Michael Jordan – 31.2 puntos, 11.4 asistencias, 6.6 rebotes, 2.8 recuperaciones y 1.4 tapones
*Scottie Pippen – 20.8 puntos, 9.4 rebotes, 6.6 asistencias, 2.4 recuperaciones y 1.0 tapón
*Horace Grant – 14.6 puntos, 7.8 rebotes, 1.6 asistencias y 1.6 recuperaciones
*Bill Cartwright – 8.8 puntos, 5.0 rebotes y 2.4 asistencias
Craig Hodges – 3.8 puntos
Cliff Levingston – 3.2 puntos, 2.8 rebotes y 1.0 recuperación
Scott Williams – 2.0 puntos y 2.3 rebotes, en cuatro partidos
BJ Armstrong – 2.0 puntos
Will Perdue – 1.6 puntos y 2.4 rebotes Stacey King – 1.0 punto, en dos partidos
Dennis Hopson – No suma estadística en los dos minutos que juega
Angeles Lakers
*Magic Johnson – 18.6 puntos, 12.4 asistencias, 8.0 rebotes y 1.2 recuperaciones
*Byron Scott – 4.5 puntos, 1.8 rebotes y 1.8 asistencias, en cuatro partidos
*James Worthy – 19.3 puntos, 3.0 rebotes, 2.0 asistencias y 1.0 recuperación, en cuatro partidos
*Sam Perkins – 16.6 puntos, 7.6 rebotes, 1.4 tapones y 1.0 asistencia
*Vlade Divac – 18.2 puntos, 8.8 rebotes, 2.4 tapones, 2.0 asistencias y 1.8 recuperaciones
Elden Campbell – 7.6 puntos, 1.3 rebotes y 1.0 recuperación, en tres partidos
Tony Smith – 6.0 puntos y 1.0 asistencia, en dos partidos
A.C. Green – 5.8 puntos y 5.6 rebotes
Terry Teagle – 5.0 puntos
Larry Drew – 1.8 puntos, en cuatro partidos
Mychal Thompson – No aporta estadística en los 10 minutos que está en cancha
*Extracto del libro “Chicago Bulls, la dinastía inmortal”
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