Final NBA 1998: Chicago Bulls vs. Utah Jazz

La final NBA de 1998 es una reedición de la disputada en 1997. Los Chicago Bulls se topan de nuevo con los Utah Jazz. Los jugadores entrenados por Jerry Sloan sufrieron mucho en la primera ronda de playoff contra los Rockets, pero a partir de esa eliminatoria lograron velocidad de crucero para superar de forma contundente a los San Antonio Spurs y luego a los Angeles Lakers por un convincente 4-0 en la final del Oeste. Llegan, por tanto, con sed de venganza por lo ocurrido el año ante- rior y con la convicción de aprovechar esta nueva oportunidad de ganar el anillo ya que ahora poseen un elemento diferencial: el factor cancha a su favor

La final promete emociones fuertes. Como durante la campaña pasada, Jazz y Bulls protagonizan una serie apasionante, donde a excepción del tercer partido, el resto de los encuentros se decide por cinco o menos puntos.

GAME 1. LOS DECIBELIOS DEL DELTA CENTER ATURDEN A LOS CHICAGO

Utah es una locura. 19.911 espectadores abarrotan el Delta Center, con casi 15.000 personas más fuera del estadio viendo el partido en una pantalla gigante. Todos empujan para hacer creer a su equipo que ha llegado el momento de dar el salto a lo más alto.

Los Jazz llegan al partido con nueve días de descanso, circunstancia que nunca se sabe si suma o resta porque tanto puedes llegar muy fresco como puedes encon- trarte fuera de punto frente a un partido muy duro.

Lo cierto es que los Jazz van casi siempre por delante en el marcador gracias a la gran labor de Stockton, minimizando el peor día en el tiro de Karl Malone, sin olvidarnos de un banquillo que aporta más que el de su rival (59-67).

Sin embargo, entre Jordan y Pippen se encargan de realizar un parcial de (0-7) que empatar el duelo (75-75). Esa inercia permite a los Bulls creer en la victoria en las últimas posesiones, tanto que Chicago acaricia la victoria, cuando dos canastas de Karl Malone empatan el partido (79-79) al concluir el tiempo reglamentario.

En el tiempo extra, John Stockton se hace cargo otra vez de la situación, anota 7 de los 9 puntos de Utah y asiste a Malone para subrayar la buena química que existe entre ambos. Scottie Pippen tiene en sus manos una última oportunidad de empatar pero su triple sobre la bocina no entra (85-88).

Noticia. Los Bulls de Jordan abren la final con derrota, algo que no ocurría desde la final de 1991 ante los Angeles Lakers. El resultado traza la cuarta derrota consecutiva de Chicago como visitantes, mientras que los Jazz registran su séptima victoria consecutiva.

Stockton termina el partido con 24 puntos y 8 asistencias tras una gran serie en el tiro de 9/12. Karl Malone aporta 21 puntos y 14 rebotes, con una gris serie en el tiro de 9/25. Y Russell es el tercer mejor anotador de los Jazz, con 15 puntos y 8 rebotes. Y la anotación de los Bulls está encabezada por Michael Jordan (33 puntos), Pippen (21 puntos y 8 rebotes) y Longley (10 puntos y 8 rebotes).

Después del partido, Tex Winter, entrenador ayudante de los Bulls, explica el porqué de la derrota de su equipo: “La primera mitad ha sido maravillosa. Hemos aplicado nuestros principios mucho mejor. Hemos cortado mucho hacía canasta. Michael cedía el balón, buscaba dar pie a esos cortes. En la segunda mitad hemos abandonado nuestro juego. Hemos abusado mucho del uno contra uno. Michael en particular, ha forzado en muchas acciones”. 

GAME 2. UNA CARAMBOLA PERMITE A LOS BULLS ESTRENARSE

Los Chicago Bulls toman el dominio en gran parte de la primera mitad aunque nunca con ventajas destacables (50-46). Utah ofrece sus mejores minutos en la reanudación hasta llegar al tramo final, donde, de nuevo, se juega la suerte del partido en los últimos minutos.

Con (85-86) para los locales, Utah falla un ataque a falta de un minuto y pierde la ocasión de ponerse en una buena posición para ganar. En el otro lado, Steve Kerr corre el contraataque, lanza un triple que no encuentra aro pero recoge el rechace y asiste a Jordan, que anota, forzando además una falta personal que le permite encestar un tiro libre adicional. Justamente esa faceta de los tiros libres es la que decanta la victoria hacía los Bulls (88-93).

No es un resultado cualquiera, ya que jugar como local es un factor vital, y el hecho de que los Chicago logre una victoria lejos de su United Center será a la postre decisivo.

Kerr explica la jugada tras el encuentro: “Fallé y el balón vino hacia mí. Un rebote con suerte. En cuanto conseguí el balón, vi a Michael debajo del aro y se lo pasé.”

Utah paga caro los discretos números de sus dos estrellas. Karl Malone, con un 31,3% en tiros de campo, y Stockton, que se queda en 9 puntos, defraudan.

En cambio, en el otro bando Jordan y Pippen asumen con naturalidad su condición de líderes.

Hornacek, con 20 puntos y buenos porcentajes, es el mejor por parte local. Ma- lone termina con 16 puntos y 12 rebotes. Shandon Anderson suma 12 puntos desde el banco. Y Russell, 11 puntos y 5 rebotes.

En Chicago, Michael Jordan clava 37 puntos a modo de daga, seguido de Pippen (21 puntos) y Kukoc (13 puntos y 9 rebotes) como tridente ofensivo.

GAME 3. LA MAYOR EXHIBICIÓN DEFENSIVA EN UNA FINAL NBA

En el tercer partido, el primero en Chicago, vemos la mayor exhibición defensiva de la historia de las finales de la NBA, cuando los Bulls dejan a los Utah Jazz en 54 puntos. Una cifra realmente baja, que nos deja sin partido al poco de su comienzo. Chicago aprovecha la falta de puntería de su rival para irse de dieciocho puntos (31-49).

La segunda parte ya no tiene historia. Los Bulls no dejan de pisar el acelerador hasta el 54-96 final, un resultado que les coloca por delante en la eliminatoria por vez primera (1-2).

En Utah solo se salva Karl Malone, con 22 puntos, el resto es calamitoso (entre todos tiran con un desastroso 22% de eficacia en sus tiros de campo).

En los Bulls, Jordan aporta 24 puntos; Kukoc, 16 puntos, 6 rebotes, 4 asisten- cias y 4 recuperaciones; Burrell, 10 puntos y 9 rebotes, saliendo en la segunda línea; y Pippen, 10 puntos.

El entrenador de los Jazz, Jerry Sloan, no esconde su frustración; “Estoy avergonzado. No peleamos mucho. Consiguieron todos los balones sueltos y los rebotes. Pero probablemente no podríamos haber ganado a este equipo hoy incluso si hubiéramos jugado bien”.

Michael Jordan se confiesa sorprendido por el mal partido de su rival: “No esperábamos ganar tan fácilmente, pero pusimos mucho esfuerzo y el resultado fue que pudimos relajarnos en el último cuarto y pasar un buen rato”.

Phil Jackson, a pesar de la paliza, la mayor en la historia de las finales NBA, ejerce de entrenador pragmático: “Es solo una victoria. Tenemos que afrontar el próximo partido como lo haríamos si hubiésemos ganado este por dos puntos.”

GAME 4. LOS JAZZ, AL BORDE DEL PRECIPICIO

Tras el contundente resultado del tercer partido, Utah salta con ganas de redimirse ya que otra derrota sería muy perjudicial para ellos.

Chicago afronta el encuentro con un nuevo acto indisciplinar de Rodman (al igual que en la final pasada, realiza una escapada entre partidos pero esta vez sin el respaldo de su entrenador). Vuela a Detroit para participar en un evento de lucha libre profesional y no acude a los entrenamientos con el equipo.

El partido se mueve en distancias mínimas. La primera mitad termina con (37- 39) para los Bulls.

El juego es pesado. Ambos equipos padecen claros problemas para ver el aro. Con el marcador empatado (72-72) a poco menos de tres minutos del final, Rodman anota dos tiros libres que ponen de nuevo, por delante a los suyos. Desde esa acción Chicago ya no volverá a mirar atrás en el marcador hasta el pitido final (82-86). Michael Jordan hace sus números de costumbre: 34 puntos y 8 rebotes, pero el hombre del partido es Scottie Pippen, con sus 28 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias, destacando además en defensa, siendo capaz de contener por momentos el poderío físico de Karl Malone y de cubrir a prácticamente cualquier posición en la pista.

Rodman hace su trabajo y suma 6 puntos y 14 rebotes. Y Kukoc suma 8 puntos y 4 asistencias, y con él en pista los Bulls consiguen un +11, el mejor ratio de todo el equipo.

Utah vuelve a lanzar muy mal a canasta, se queda en 42,3% en tiros de campo, con un 13,3% en triples.

Malone, de nuevo el más brillante de su equipo, logra 21 puntos, 14 rebotes y 4 asistencias. Russell le secunda con 10 puntos y Stockton, que no tiene su noche en ataque, aporta 7 puntos (3/11 en tiro) y se centra en dirigir, dando 13 asistencias. Con este resultado, Chicago se ponen con un balance de 1-3, por aquel entonces algo imposible de remontar… ahora la duda está en saber si apuntillarán la final en el quinto encuentro ante su afición o si Utah logrará devolver la serie a su casa, donde son un equipo casi infalible a pesar de haber perdido allí el segundo encuentro de la final. Por eso, los siguientes partidos son apasionantes, de infarto, decidiéndose ambos por el escaso margen de una mera canasta.

Jordan ve cerca el objetivo pero no se fía de los Jazz: “Esta noche fue como un aperitivo, el viernes podría ser un plato principal. No podemos simplemente saciarnos con un aperitivo. El trabajo no está hecho”.

GAME 5. EL CARTERO QUIERE AL MENOS UN PARTIDO MÁS

El quinto partido eleva la tensión a la máxima potencia. Chicago tiene la oportunidad de sellar el título en casa pero Utah se niega a que suceda, desea ganar, quiere recuperar el factor cancha y tener así dos oportunidades para lograr el anillo en su Delta Center. Los Jazz sueñan con lograr lo que nadie ha hecho hasta la fecha, remontar un (1-3).

Tal son los nervios del partido que hasta cinco jugadores: Rodman, Pippen, Malone, Stockton y Hornacek, reciben sendas faltas técnicas dentro de un duro encuentro donde todos los jugadores lo dan todo por ganar.

El techo del United Center está cargado con bombas de confeti y la presentación de los equipos está coronada con una gran bola de discoteca…

La primera mitad se juega a muy pocos puntos. Las férreas defensas y el nervio- sismo campan a sus anchas por la pista. Se llega al descanso con una ligera ventaja para los locales (30-36) y eso que a Jordan le cuesta ver aro (anota su primera ca- nasta a 12 segundos para el final del primer acto).

Utah responde en la reanudación con, quizá, el mejor baloncesto de toda la final: anotan casi tantos puntos en un cuarto como en toda la primera parte (29) y ponen un +10 a su favor, llegando por delante de cara al último cuarto (59-55).

Pippen falla mucho de cara al aro, Jordan no es el de las grandes ocasiones y Karl Malone juega en modo imparable, metiendo una canasta ante Rodman que coloca en franca ventaja a los visitantes (76-69).

Chicago no se rinde. Un tiro lejano perfecto de Kukoc, muy acertado, y los tiros libres convertidos por Jordan aprietan el marcador (78-76) a poco menos de un minuto para el final.

Malone pone a los suyos cuatro arriba. Kukoc intenta contestar con otro triple pero recibe una falta personal y de los tres lanzamientos se deja uno por el cami- no, el último. En el otro lado de la cancha, Carr sentencia desde el tiro libre en la siguiente jugada porque aunque Jordan tiene en sus manos un posterior último lan- zamiento, su forzado triple ni se acerca al aro.

Chicago no ha dado la sensación de poder hacerse con la victoria, no era la noche para alzarse con el trofeo.

A nadie le sorprende el 83-81 para los Jazz aunque Jordan tuviera un lanzamiento in extremis capaz de cambiar la historia.

El líder de los Bulls se toma con filosofía su error en el tiro final: “Estoy bastante seguro de que la gente esperaba que encestara ese tiro. Menos la gente de Utah. Durante 1,1 segundos, todo el mundo contuvo el aliento, lo cual fue bonito. Nadie sabía lo que iba a pasar. Ni tú, ni yo, ni nadie que estuviera viendo el partido. Me encantan estos momentos. Los grandes jugadores crecen con estos momentos porque tienen en sus manos la felicidad y la tristeza. Es por esto por lo que vivimos.” Poco importa que Stockton se quede en seis puntos, aporta 12 asistencias y 5 recuperaciones. Además, Hornacek, sin ofrecer su mejor versión, también suma (9 puntos), pero todo queda eclipsado por la actuación de Karl Malone, con sus 39 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias, se convierte en el hombre del partido. Antoine

Carr, con 12 puntos, demuestra el valor de su veteranía desde el banquillo.

El máximo anotador de los Bulls es Toni Kukoc (30 puntos con una serie excelente de 11/13 en tiros de campo), asumiendo los puntos que no hace Pippen (6 tantos con una serie de lanzamiento para el olvido, 2/16, aunque intentó ayudar con sus 11 rebotes y 11 asistencias).

Jordan suma 28 puntos con muchos lanzamientos errados, 9/26 y acaba el partido con la mente puesta en el sexto enfrentamiento.

GAME 6. CUANDO LA REALIDAD SUPERA LA FICCIÓN…

Y llega el día, el 14 de junio de 1998, la jornada del desenlace del camino de estos Chicago Bulls de leyenda, la conclusión del “The last dance”, una aventura depor- tiva y emocional con un final de película ya que la realidad va a superar a la ficción con el mítico e icónico “The shot”.

Los Bulls de Michael Jordan y Scottie Pippen dejan un legado de por vida.

Es un partido que se decide por una sola canasta, por un solo punto, y cuya igualdad pervive desde el minuto 1 hasta el 48.

Pippen tiene que lidiar con sus dolencias de espalda y debe sentarse en el banquillo cuando los Bulls mantienen una pequeña renta inicial. A partir de ahí los Jazz aprietan el resultado, y el partido entra en una fase de igualdad donde marcador casi siempre indica que los Utah van por delante con pequeñas ventajas: 45-49 al descanso y 61-66 al final del tercer acto.

Chicago se sobrepone y empata (79-79) a pocos minutos del final tras una canasta de Harper. El choque llega a sus últimas posesiones, al momento de la verdad. Sí, ese momento…

Con 42 segundos de partido, Stockton anota un triple que rompe el empate (83- 86). Los Jazz no lo saben aún pero esta va a ser su última canasta del partido.

Jordan asume toda la responsabilidad del ataque anotando los siguientes ocho últimos puntos de su equipo, entre ellos dos que les permiten ponerse a uno (85-86), y en la siguiente jugada sucede esto que así narra entonces en Canal Plus el periodista Andrés Montes, (¡que en paz descanse!):

“- 86-85 en el marcador. 34, 33, 32 segundos… Balón para John Stockton, Stoc- kton, balón para Karl Malone, Karl Malone.

  • ¡Jordan! Ha sido
  • La ha robado Jordan, la ha robado Jordan, la ha robado Jordan, la ha robado Jordan, ¡Jordan! Bienvenidos al vuelo número 23, Aerolíneas Jordan. Balón para Jordan, Jordan… ¡¡¡Jordan!!! ¡¡¡¡Jordan!!!! Canasta, canasta, canasta, canasta de Me llamo Michael, Michael Jordan, como James, James Bond.
  • Este Jordan me […]
  • ¡¡Chicago, campeón!! El
  • Dios ha vuelto a disfrazarse de jugador de baloncesto.”

Es difícil conocer a alguien que no haya visto la jugada. Michael cogió el balón y a media distancia, un poco más lejos de la línea del tiro libre, realizó un dribling para zafarse de su defensor Bryon Russell y se levantó en suspensión a 6,6 segundos para anotar la canasta de la victoria. Los Jazz tuvieron algo más de cinco segundos para hacer algo, para reaccionar pero ya solo eran meros espectadores de este final de película.

Un Jordan estático señala con las manos los seis títulos logrados. Es la imagen final de un equipo de leyenda. Es la imagen final de un ciclo. Es la consolidación de los Chicago Bulls como La Dinastía Inmortal.

Karl Malone termina el encuentro con 31 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias; Hornacek, con 17 puntos y 6 rebotes; y Stockton, con 10 puntos y 5 asistencias, conforman el tridente de máximos anotadores en Utah.

En Chicago, Jordan es el referente absoluto con sus 45 puntos y 4 recuperaciones. Kukoc, con 15 puntos y 4 asistencias vuelve a realizar un gran encuentro.

Harper y Pippen anotan 8 puntos cada uno, y Rodman, con 7 puntos y 8 rebotes, aportan el resto de mimbres para sellar la eliminatoria.

Michael Jordan se despide en lo más alto, MVP de la temporada, anillo y MVP de la final (el sexto de su carrera en las seis finales que disputa). Cierra la final con unas medias de 34 puntos y 4 rebotes. Además, Pippen, con 16 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias; y Kukoc, titular en esta final, con 15 puntos y 5 rebotes, suman cuando su estrella les necesita.

Harper y Longley, con 5 puntos de media cada uno, y Rodman, con 3 puntos y 8 rebotes, ayudan al equipo de Jackson en labores defensivas.

El juego de los Jazz pivota sobre Karl Malone, con 25 puntos y 11 rebotes; Hornacek, con 11 puntos, y Stockton, con 10 puntos y 9 asistencias de media en la final.

Tras ese mágico comento, Jordan habla y todos sabemos que sus palabras van a sonar a despedida (anunciaría meses después su retirada, la segunda, dando cierre a una trayectoria de casi tres lustros, 14 años; hasta la fecha la mejor época de la franquicia).

“Nunca dudé de mí mismo. Nunca dudé del juego. Estábamos demasiado cerca. Scottie Pippen está lesionado, Dennis y todos tenían problemas de faltas. Seguimos aguantando, sabía que íbamos a tener una oportunidad de ganar este partido, y quería poder hacerlo desde un punto de vista ofensivo”, señala explicando como se mantuvieron en partido hasta el último tiro que les dio el anillo.

Y luego expresa también sus sensaciones tras la canasta ganadora, hablando entre líneas para quien quiera escuchar.

“Ha sido la ruta más dura, el reto más difícil de los seis campeonatos que hemos ganado. Nadie esperaba que lo consiguiéramos, y eso era parte del reto… Si llega el momento en que tenga que marcharme, espero que nadie me mire con menosprecio. Espero haber dejado suficientes recuerdos para que todo el mundo tenga al menos alguna idea de lo que hizo Michael Jordan en sus 14 años. Tengo otra vida y sé que tengo que llegar a ella en algún momento. Y espero que los afi- cionados y la gente lo entiendan”.

Estadísticas jugador por jugador (* = titulares)

Chicago Bulls

*Ron Harper – 5.3 puntos, 4.5 rebotes, 2.8 asistencias y 1.5 recuperaciones

*Michael Jordan – 33.5 puntos, 4.0 rebotes, 2.3 asistencias y 1.8 recuperaciones

*Scottie Pippen – 15.7 puntos, 6.8 rebotes, 4.8 asistencias y 1.7 recuperaciones

*Toni Kukoc – 15.2 puntos, 4.7 rebotes, 2.7 asistencias y 1.2 recuperaciones

*Luc Longley – 5.0 puntos, 4.8 rebotes y 1.5 asistencias

Steve Kerr – 3.8 puntos y 2.5 asistencias

Scott Burrell – 3.5 puntos, 2.5 rebotes y 1.2 recuperaciones

Dennis Rodman – 3.3 puntos, 8.3 rebotes, 1.2 recuperaciones y 1.0 asistencia

Jud Buechler – 1.3 puntos

Bill Wennington – 1.3 puntos y 1.0 rebote en los tres partidos que disputó

Randy Brown – 1.0 punto y 1.0 rebote en los dos partidos que disputó

Dickey Simpkins – 1.0 punto y 1.5 rebotes en los dos partidos que disputó

Utah Jazz

*John Stockton – 9.7 puntos, 8.7 asistencias, 2.5 rebotes y 2.0 recuperaciones

*Jeff Hornacek – 10.7 puntos, 2.7 rebotes y 2.7 asistencias

*Bryon Russell – 8.8 puntos, 5.0 rebotes, 1.3 asistencias y 1.2 recuperaciones

*Karl Malone – 25.0 puntos, 10.5 rebotes, 3.8 asistencias, 1.2 tapones y 1.0 recu- peración

*Adam Keefe – 2.8 puntos y 3.4 rebotes en los cinco partidos que disputó

Shandon Anderson – 7.3 puntos y 2.7 rebotes

Howard Eisley – 4.7 puntos, 3.8 asistencias y 2.0 rebotes

Chris Morris – 4.3 puntos y 2.5 rebotes

Antonie Carr – 4.2 puntos y 2.0 rebotes

Greg Foster – 1.3 puntos y 2.3 rebotes

Greg Ostertag – 2.2 puntos y 3.2 rebotes en los cinco partidos que disputó

Jacque Vaughn – 0 punto y 2 rebotes en el partido que disputó

*Extracto del libro “Chicago Bulls, la dinastía inmortal”

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