Huertas y Kramer marcan la diferencia ante el Reggiana, 91-69

El conjunto aurinegro ha derrotado al Pallacanestro Reggiana por un claro 91-69 en el estreno del Round of 16. Primera victoria de esta segunda fase, para acercarse a los cuartos de final, con dos nombres propios: Marce Huertas y David Kramer. Huertas ofreció un clínic tanto en la anotación (27 puntos, sabiendo definir casi siempre cuando no pudo jugar el 2×2) como en la dirección (siete asistencias). Kramer, por su parte, sumó 22 puntos, la mayoría de ellos en una serie de 5/5 en triples en el tercer cuarto. Una combinación letal para que los tinerfeños alarguen a 26 su racha de duelos invictos en casa dentro de la BCL

Pese a haber contado con apenas 48 horas para descansar tras el intenso derbi frente al Gran Canaria, e incómodo durante bastantes minutos en el arranque por el físico y las defensas cambiantes de su rival, el Canarias no se impacientó y fue abriendo brecha poco a poco (42-34 al descanso) para romper el choque gracias a un 15-3 en el inicio del tercer periodo (57-39). Desde ahí, situación placentera para los de Vidorreta, que pudo dar minutos a Fernández, Costa y Kostadinov, este último autor de un par de acciones espectaculares yendo hacia canasta.

Se topó de entrada el Canarias con un quinteto tremendamente físico que trató de trabar el ataque aurinegro a base de defensas alternativas partiendo de una zona 2-1-2. Mientras descifraba la apuesta de los italianos, Vidorreta rotó en apenas un minuto a su cuatro, dando entrada a Abromaitis. Tiró de paciencia el cuadro local para acabar encontrando situaciones limpias de tiro, un panorama que supo leer Huertas, asistiendo para el triple de Kramer, jugando el 2×2 con Shermadini y también convirtiendo de tres para el 13-6 (6′).

El tiempo muerto del técnico visitante y sus primeras rotaciones (sobre todo Vitali y Cheatham) dieron más fluidez anotadora a la Reggiana (15-13), que no perdió la solidez atrás. Sin embargo, el Canarias siguió esquivando el nerviosismo y circulando el balón para, al borde muchas veces del reloj de 24, dar con situaciones claras abiertas (sendas asistencias de Shermadini) para los triples de Abromaitis y Sastre (21-15). Acierto respondido, con la misma moneda, por su rival (21-21).

Cogió aire el Canarias con dos bases en pista (26-21), pero de nuevo los cambios de defensas del Reggio Emilia trajeron en jaque a la computadora aurinegra ante un rival que en ataque (y pese a varias soberbias defensas de Doornekamp bajo el aro) sacó partido de su físico para firmar un 0-6 (26-27). Con Kostadinov en cancha por las dos faltas de Guerra, Huertas comandó otro pequeño arreón anotando por la izquierda y asistiendo para el triple de Doornekamp y el alley-oop del búlgaro, que envalentonado se animó de nuevo en un 2×2 con Fitipaldo para volver a reventar el aro. Con el base uruguayo como perro de presa atrás con Winston y en líneas de pase, el cuadro isleño llegó a estar nueve arriba (38-29).

Renta que incluso pudo ser mayor si a Kostadinov no se le hubiera salido un ganchito y de no errar cuatro libres seguidos. El Reggio Emilia apretó (38-34), pero de nuevo la irrupción de Huertas (14 puntos al descanso) permitió al Canarias irse al intermedio con un colchón más que aceptable (42-34).

Esa impronta del base paulista se redobló a la vuelta de vestuarios. Y es que el brasileño fue artífice de los 12 primeros puntos del Canarias. Bien anotando de manera directa cuando le negaban el 2×2 (no fue tan certero cuando intentó conectar con Shermadini) y también asistiendo para dos triples de Kramer. Incluso suya, con un rebote defensivo, fue la génesis de la jugada con la que los locales rubricaron un parcial de 15-3 (con el tercer triple de Kramer) para dispararse hasta el 57-39.

Ya sin Huertas en pista, fue Kramer el que alargó la superlativa puesta en escena aurinegra con otros dos aciertos más desde el 6,75 en una serie particular de 5/5 en poco más de siete minutos (63-47). Ya con viento totalmente a favor, y pese a que el Reggio Emilia recuperó cierta clarividencia ofensiva de la mano de Gombauld, el cuadro lagunero se gustó con un soberbio mate de Guerra y otro triple, esta vez de Fitipaldo (68-49).

Ya dentro del cuarto final, y pese a la aportación en el 1×1 de Barford, al Canarias le bastaron unos cuantos chispazos, gran parte de ellos de nuevo con Huertas y Kramer de protagonistas, para mantener a buen recaudo una renta que llegó a sobrepasar la veintena con dos acciones del base brasileño. La primera un triple, y la segunda con una bandeja de museo para el 81-59 y que la grada, al grito de ¡MVP, MVP! se rindiera al paulista por enésima vez. Todo antes de unos minutos finales para los menos habituales y el deleite de la grada, que ya no recuerda cuándo fue la última ocasión en la que vio caer a los suyos en BCL.

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