Los Clippers lo han vuelto a hacer, y de nuevo han arrancado otra victoria en el Oracle Arena y alargan la serie ante unos Warriors donde los 45 puntos de Durant no sirvieron para ganar
Una de las claves de la victoria angelina es que lograron igualar el ritmo anotador de su rival gracias sobre todo a su banquillo, donde Williams (33 puntos 10 asistencias) y Harrell (24 puntos 5 rebotes, 11/14 en tiro) se salieron del mapa, y a la labor del italiano Gallinari (26 puntos 7 rebotes). De inicio también salieron para sumarse a la causa Beberley, que se pegó con todo el mundo y peleó cada balón, con sus 17 puntos y 14 rebotes, y Green (15 puntos).
Una coralidad ofensiva que logró superar el partidazo de Durant, que se fue hasta los 45 puntos récord anotador del alero en playoffs, y los habituales puntos de Curry (24 puntos) y Thompson (22 puntos). Aunque hay que decir que quitados estos tres jugadores poco más aportó el resto de la rotación de los Warriors.
El partido se convirtió en una pesadilla para los Warriors desde el inicio, ya que los Clippers salió sólido en ataque, terminó muy bien el segundo cuarto, y supo no dejar reaccionar a su rival en la reanudación. Así llegaron a irse de quince (81-66) con total justicia.
Eso sí, los Clippers tuvieron que templar los nervios para rematar la faena, y más cuando con dos mates consecutivos de Durant los Warriors lograban remontar las diferencias, y llegar con opciones a las últimas posesiones (117-118). Pero al final pesó demasiado el mal día ofensivo general de la mayoría de los jugadores de los Warriors y el poco acierto final, y la victoria cayó del lado de los Clippers con merecimiento claro.
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