Un sensacional último cuarto azulgrana derrota a un impotente Unicaja (79-55)

Suma y sigue. Nueva victoria azulgrana por 79 a 55 ante un Unicaja qué, aunque plantó cara, no pudo vengarse de la eliminación en cuartos de final en la pasada Copa del Rey y qué con esta derrota en el Palau, se complica el acceso a los Playoffs (octavo, empatado con el noveno, Baxi Manresa con 12 victorias y 13 derrotas). Los de Saras demostraron que en partidos donde al comienzo, no es capaz de ser tan brillante y efectivo de cara al aro, sabe sufrir hasta llegar a recuperar una mejor versión qué desarbola, al contrario

Se presentaba el equipo malagueño con las bajas de Carlos Suarez y Darío Brizuela, que a la postre, serían capitales para ellos. Por parte del Barça, los descartados fueron Artem Pustoyvi y Adam Hanga, además de Pau Gasol que sigue con su puesta a punto.

Si algo quedó claro en los primeros compases del partido, fue que los hombres altos se quedaron en casa. Tanto Jasikevicius cómo Katsikaris presentaron quintetos sin un cinco puro, un center de referencia. En este inicio de partido, el acierto exterior (sendos triples de Oriola y Abrines) del Barça fue básico para que los azulgranas tuvieran las primeras diferencias en el marcador 12-4 en el minuto 5. De la mano de un cada vez más confiado Leandro Bolmaro, la ventaja adquirida por los locales se mantuvo. Cabe destacar la intensidad ofrecida por el argentino, que le da un plus al Barça, cada vez que está en pista. Este año con Saras está madurando y dando pasos agigantados, siendo cada vez mejor jugador.

Fotis Katsikaris buscaba la manera de que los suyos entraran en el partido, puesto que habían salido demasiado fríos, pero no lo conseguía. Tras otro triple de Rolands Smits, la ventaja se iba por encima de los diez puntos 23 a 10. La intensidad defensiva local atascaba a Unicaja que no conseguía entrar en el partido.

Terminaba este primer cuarto con un triple sobre la bocina de Francis Alonso, dejando en el marcador en un 23 a 13, totalmente merecido para el líder de la Euroliga.

En el segundo cuarto Katsikaris acabó con el invento de jugar sin cinco puro y la entrada del joven de diecisiete años Yannick Nzosa apartó intimidación y rebote, algo de lo que habían adolecido los andaluces en el primer cuarto. Fruto de ese trabajo y de una mejora en el lanzamiento exterior (triples de Francis Alonso y Axel Bouteille), acortaron distancias 29 a 25, llegando al minuto 15 de partido. Saras intentó cortar el parcial negativo con un tiempo muerto y aunque lo consiguió en parte, el partido era otro, mucho más igualado que en el primer acto. En las postrimerías de este segundo cuarto los de Saras dieron otro arreón y tras un triple de Leo Westermann, volvía a colocar la distancia en diez puntos, 40 a 30 cuando restaban tan sólo 24 segundos para acabar la primera mitad. Dos tiros libres de Jaime Fernández dejaban el 40 a 32 definitivo, con todo por decidir. El máximo anotador hasta este momento del partido era el letón Rolands Smits, autor de siete puntos.

Comenzó el tercer cuarto con bastantes imprecisiones por parte de los dos equipos, pero el que peor supo llevar este instante de partido fue el Barça. Unicaja subió el nivel de intensidad defensivo y tras un triple del polaco Adam Waczynski, acortaba distancias 44 a 39. En el ecuador de este tercer cuarto volvió a aparecer el pívot malagueño, Yannick Nzosa autor de cuatro puntos consecutivos que acercaban aún más a los andaluces 49 a 48, en el minuto 27 de partido. El futuro de este jugador es realmente, muy prometedor.
La mejora malagueña era evidente y se iniciaba un nuevo partido con tan sólo trece minutos por disputar. El colapso en ataque por parte local era un hecho. La entrada de Brandon Davies (máximo anotador del partido con 15 puntos) y de Nikola Mirotic (casi sin incidencia hasta este momento, lastrado por las faltas personales) revitalizó a los de Saras, que volvieron a escaparse en el marcador dejado el marcador en 60 a 51, al final de este tercer periodo. Este Barça más terrenal había sabido sufrir.

El inicio de último cuarto por parte azulgrana fue impecable y aquí acabó el partido. Un parcial de salida de 7 a 0 en los dos primeros minutos, dejó el partido prácticamente decidido (67-51). Katsikaris pidió tiempo muerto, para intentar cortar la sangría, pero el daño era ya irreparable. A los malagueños se les hizo de noche, ya que su primera canasta en juego no llegó hasta pasados cinco minutos de cuarto. El apagón visitante fue tal que acabó con tan sólo cuatro puntos anotados en todo el último periodo. Los últimos minutos de los de Saras fueron un auténtico vendaval. El marcador final 79 a 55 lo resume todo.

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