La Selección Española ha disfrutado y mucho de su juego en el parqué del WiZink Center. La segunda victoria de la gira de preparación (96-53) ha llegado tras un recital ofensivo logado gracias al gran acierto desde el triple y a las casi 30 asistencias que repartió el equipo
El WiZink Center ha disfrutado del recital ofensivo de #LaFamilia. Con más de un 50% de acierto desde la línea de tres y compartiendo mucho el balón, España enamoró a una afición madrileña que desde el segundo cuarto, con el 58-34, vio encaminado el segundo triunfo (96-53) de esta gira de preparación. El equipo terminó con unas estadísticas brillantes en ataque que son imposibles de entender sin la agresividad defensiva que se mantuvo durante todo el choque.
El igualado tanteo de los primeros minutos del partido no fue más que un espejismo. España tardó poco menos de un cuarto en romper el partido. Del 13-13 al ecuador del primer periodo, el partido pasó al 27-18 gracias a la progresiva subida del nivel defensivo.
Esta mejoría atrás permitió que el grupo corriera y disfrutara del contraataque y la consecuencia no fue otra que alcanzar una ventaja que rondaba los 15 puntos (41-26). Juancho Hernágomez (9), Ricky Rubio (10) y Marc Gasol (9) sacaron provecho de este juego en transición y se fueron al descanso siendo los máximos anotadores del grupo.
A este elevado ritmo de juego se sumó un casi perfecto acierto desde la línea de tres. Con un 66.7% y con Pau Gasol, Rudy Fernández, Víctor Claver, Álex Abrines y Marc Gasol por encima de un 50% de acierto desde el 6.75, España encontró las vías necesarias para imponer una ventaja aún mayor (58-34). Además de estos factores, el equipo dirigido por Sergio Scariolo también dominó en el rebote y dio una masterclass de compartir el balón, pues en el descanso el equipo ya sumaba 20 asistencias.
Lo intentó Irán a la vuelta del descanso con un parcial de 0-6, pero España no cedió y volvió a encontrar la misma comodidad en pista. Un triple de Abrines y un espectacular mate de Alberto Abalde pusieron una nueva máxima en el marcador (69-38) y lo que se reflejó tanto en la pista como en las gradas del WiZink Center a partir de entonces fue una auténtica fiesta.
Con el resultado ya en un segundo plano, Scariolo optó por mover mucho banquillo y por probar multitud de opciones de juego en unos minutos que sirven para seguir poniendo la maquinaria a punto de cara los Juegos Olímpicos. Con el 96-53 y con unas sensaciones muy positivas, el equipo pone rumbo a Málaga para afrontar el siguiente encuentro de la gira ante Francia (8 de julio, 19:30 horas).
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