El equipo del Surne Bilbao Basket se encuentra en una encrucijada tras su derrota en tierras polacas frente al Legia de Varsovia. La contienda resultó ser un duro golpe para los vascos, quienes ahora enfrentan la exigencia de una remontada épica en casa si desean avanzar a las semifinales de la FIBA Europe Cup
El partido en Polonia fue un verdadero revés para los “hombres de negro”, liderados por Jaume Ponsarnau. La ausencia por lesión de Xavi Rabaseda se hizo sentir de manera significativa, dejando un vacío en el equipo en términos de actitud, defensa y los elementos intangibles necesarios para el éxito.
La falta de Kristian Kullamae también se hizo evidente, especialmente en el aspecto ofensivo, ya que el equipo luchó notablemente desde la línea de tres puntos, con un desalentador 1 de 19 en tiros triples. A pesar de la contribución destacada de Sacha Killeya-Jones, quien sumó 18 puntos, el equipo no logró mantener un flujo constante en el marcador.
Mientras tanto, el Legia de Varsovia logró sobreponerse a las dificultades del encuentro, especialmente desde el perímetro, con un impresionante 13 de 27 en tiros de tres puntos. A pesar de un rendimiento mediocre de su máximo anotador, Christian Vital, el equipo polaco encontró la estabilidad necesaria para asegurar la victoria.
El juego caótico y plagado de errores por ambas partes reflejó la desesperación de los equipos por dominar. A pesar de algunos destellos de esperanza por parte del Surne Bilbao, incluyendo un breve momento de reacción en el último cuarto, el equipo no pudo evitar una derrota devastadora, sellando así la necesidad urgente de una remontada histórica en su próximo enfrentamiento en casa.
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