Victoria sobre la bocina del Casademont Zaragoza (85-86)

En su regreso a la competición continental, Casademont Zaragoza ha firmado una victoria tan importante como agónica (85-86), en un partido que pareció tener dominado antes del descanso pero se le complicó, fruto de su relajación y del desacierto en el lanzamiento exterior. Al final, los de Diego Ocampo reaccionaron, a su rival le entró el miedo, y Seeley decidió en encuentro con un triple sobre la bocina

Primer cuarto
El Casademont Zaragoza empezó el partido con fluidez en el juego, y de esa rapidez en el movimiento del balón surgieron las cuatro primeras acciones (dos canastas de Benzing y otras tantas de Brussino, una de ellas desde el 6,25) que establecieron la primera ventaja considerable (3-9) en el marcador. A los polacos les costaba encontrar el aro. Solo sumaban desde la línea de tiro libre), pero esta faceta les valía para mantenerse en el encuentro sin brillantez alguna.

Sí la puso Dylan Ennis con un triple desde su casa cuando todavía no se había cumplido el minuto cinco de juego, para colocar el 8-14 en el luminoso. Dos nuevos intentos fallidos del escolta, crecido, precedieron a la primera canasta del recién incorporado Rupnik, que, en su primera actuación ofreció minutos de juego brillantes. El base estuvo intenso en la presión, robando varios balones, y en la dirección de juego, montando ataques elaborados que permitieron al Casademont seguir ampliando diferencias hasta una máxima de +13 (10-23) a falta de dos minutos para el final del acto inaugural.

El Start Lublin seguía encontrando dificultades para anotar. Vivían de acciones aisladas y de las pérdidas de concentración de los hombres de Diego Ocampo. Principalmente, de aquellos jugadores talentosos (Ennis, Seeley…) que en un partido de ida y vuelta, de transiciones rápidas, asumen riesgos que pueden romper el partido o apretarlo en un santiamén. Así, con 16-25 se llegó al final del cuarto inaugural.

Segundo cuarto
El inicio del segundo parcial mantuvo una tónica similar. El Casademont siguió teniendo velocidad en la circulación; encontró acciones interiores que tuvieron a Thompson como principal estilete; pero no sacó rendimiento de los tiros cómodos que generó hacia el exterior.

Fruto de esos errores en el triple (con Benzing como máximo exponente, con 0 de 6 en intentos), el equipo local consiguió recortar distancias. A falta de cinco para el descanso, el marcador reflejaba un 27-35 que ensalzaba a Roman Szymanski y Mateusz Dziemba como los principales valores ofensivos del Start Lublin.

Ocampo decidió volver a darle minutos al debutante Rupnik en busca de una reacción que no llegaba.Los despistes en defensa del Casademont, las pérdidas de balón y el desacierto en el tiro, que empezó a ser más palpable, metieron de lleno a los locales en el encuentro. Las diferencias se redujeron al +5 (36-41) cuando restaba un minuto y medio para el tiempo de descanso.

El equipo aragonés había perdido la lucidez en la circulación. Se nutría de las individualidades. Y ahí sobresalían Thompson y Brussino, con 13 puntos cada uno antes de enfilar el camino a los vestuarios con un resultado de 38-44.

Tercer cuarto
El inicio del tercer cuarto fue un intercambio de golpes que favoreció al Lublin. Los locales salieron con una marcha más y siguieron reduciendo las diferencias. Laksa, su principal estrella, hacía y deshacía a su antojo, mientras los actores secundarios (Sherron Dorsey-Walker y Lester Medford dieron un paso al frente) se limitaban a explotar sus virtudes. Y así, sin grandes alardes pero con intensidad en ambos lados de la cancha, el Start logró su primera ventaja en el marcador (52-51) a falta de poco más de cinco minutos para el final del tercer parcial.

Un partido que parecía encarrilado se había atascado, en parte por la relajación y en parte por un desacierto en el lanzamiento exterior (4 de 21 en triples en ese momento del encuentro) que contrastaba con los buenos porcentajes en el lanzamiento de dos, faceta en la que Benzing sí exhibía buenas prestaciones y otros como Brussino, Thompson o Ennis seguían sumando.

Último cuarto
El parcial definitivo exigía reacción. La escasez de ideas en el primer ataque del Casademont se resolvió con cinco puntos consecutivos de Ennis, pero esos destellos sueltos no bastaban para frenar al Start Lublin, que siguió encontrándose cómodo en el intercambio de golpes. El tiempo pasaba y los de Diego Ocampo no daban con la fórmula para frenar la sangría de puntos en contra. Blandos en la pintura y desajustados en la defensa zonal, los aragoneses propiciaron su mayor desventaja en el partido (73-66) a falta de de seis minutos para la conclusión.

Las alarmas se encendieron en el Casademont. Los nervios, también. Cada ataque era un suplicio, con decisiones precipitadas. Los polacos eran ahora quienes manejaban el partido. Los de Ocampo buscaban reactivarse sin argumentos, a base de acciones aisladas como las que Rupnik y Brussino protagonizaron a falta de poco más de dos minutos para el desenlace, con sendos triples que comprimieron el marcador (79-74).

El escenario había cambiado. El Casademont seguía vivo y al Start Lublin le entró el famoso miedo a ganar. El aro se hizo pequeño para los polacos y el cuadro zaragozano encontró un nuevo triple de Barreiro para igualar el partido (79-79) con un minuto y medio por delante. Las dudas habían cambiado, otra vez, de bando. Las individualidades iban a marcar el desenlace. Y en el intercambio de golpes decisivo volvió a aparecer Laksa (previo error de Brussino en el tiro libre) para convertir otro lanzamiento de tres, que fue correspondido por otra canasta de Lester Medford, hasta colocar el electrónico en 84-80.

Restaban 20 segundos para el final y el Casademont necesitaba un milagro. Seeley se jugó un triple que no entró y seguidamente, Rupnik fue objeto de una falta más allá del 6,25 que le valió para sumar esos tres puntos vitales. 83-82 y apenas 12 segundos por delante. El Casademont apostó por hacer falta rápida y Kamil Laczynski se dejó un punto crucial en la línea del tiro libre. Acción rápida de Rupnik, que condujo el balón de lado a lado, abrió para Seeley y este convirtió un triple sobre la bocina que dio la victoria. 85-86 final, en un partido en el que el Casademont, a pesar de la victoria, no puede extraer una lectura positiva.

fuente: heraldo.es

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