Oklahoma City Thunder protagonizó una remontada histórica al superar un déficit de 29 puntos y sellar un 114-108 que les otorga una ventaja acumulada de 3-0 en la serie
El partido empezó dominado por los Grizzlies. Con una defensa férrea y un juego de triples certero, Memphis llegó a inflar un marcador de 67-40 cuando, a poco más de tres minutos para el final del primer tiempo, Ja Morant sufrió una lesión en la cadera. El choque ocurrió en una jugada de contraataque: tras un error del Thunder, Pippen inició la acción y pasó el balón a Morant, que recibió el contacto de Luguentz Dort mientras ascendía para terminar en la pintura. La colisión dejó al escolta evidentemente afectado; tras intentar continuar, se vio obligado a abandonar el encuentro, acumulando 15 puntos y cinco asistencias en su breve aparición. Con Morant fuera, Memphis llegaba al descanso con una cómoda ventaja de 26 puntos.
Pero la narrativa dio un vuelco en la segunda mitad. Fue entonces cuando Chet Holmgren emergió como el artífice de la remontada: casi la totalidad de sus 24 puntos llegó en el segundo acto, demostrando precisión y temple en cada jugada. Sumado a esto, Shai Gilgeous-Alexander lideró la ofensiva con 31 puntos, mientras que Jalen Williams aportó 26, incluyendo dos cruciales tiros libres en un cuarto final que, por primera vez en el encuentro, permitió al Thunder tomar la delantera. Fue en el tercer cuarto que la transformación se hizo innegable, con un impulso de 36-18 que comenzó a erosionar el muro que Memphis había erigido en su propia casa.
Esta hazaña se inscribe como la segunda mayor remontada registrada en la postemporada de la NBA desde que se cumplan los registros de jugada a jugada (solo superada por la recuperación de 31 puntos que vivieron los Clippers en 2019). Con un Thunder dinámico y aprovechando cada error de los Grizzlies, la ofensiva y la defensa se alinearon perfectamente para devolver la pelota a su territorio y frenar el ímpetu local.
Aunque Memphis intentó responder y jugadores como Scotty Pippen (28 puntos) y Jaren Jackson Jr. (22 puntos) se lucieron en la primera parte, el daño ya estaba hecho. La ausencia de Morant y el imparable empuje del Thunder dejaron al equipo visitante sin respuestas claras. Ahora, con la posibilidad de cerrar la serie el sábado, la presión se acumula para los Grizzlies en un escenario que no perdona ni en casa.
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