El Surne Bilbao Basket se despidió de la Copa Europa FIBA ganando este miércoles en Alemania al Niners Chemnitz, por 73-82, aunque sin llegar ni a soñar con la remontada que necesitaba para alcanzar la final de la competición tras el 73-98 de la ida en Miribilla
El equipo de Jaume Ponsarnau llegó a ponerse hasta 12 arriba (70-82), pero fue justo antes del triple final del keniano Tylor Ongwae que cerró el marcador final y la eliminatoria que lleva al conjunto dirigido por el argentino Rodrigo Pastore a una final en la se medirá al Bahcesehir College turco del ex ‘hombre de negro’ Axel Bouteille.
Lo cierto es que esa diferencia de 12 puntos que podría haber hecho soñar al Surne en cualquier otro momento del encuentro llegó ya cuando remontar los 25 puntos de la ida era imposible.
Aunque el Bilbao Basket por lo menos ganó un partido en el que Trygvi Hlinason (10 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones) se impuso en las zonas a pesar de la baja por lesión de Sacha Killeya-Jones.
Ayudaron al pívot islandés sobre todo Melwin Pantzar (15), Kristian Kullamae (14), Keith Hornsby (11) y Thijs de Ridder (10). Un reparto parecido al de el Chemnitz con cinco jugadores con 10 o más puntos anotados y de valoración. Los exteriores Kaza Kajami-Keane (12, 5 asistencias y 13) y Wesley Van Beck (12, 8 rebotes y 15), los más brillantes.
Ponsarnau decidió descartar a Tsalmpouris, además del lesionado Killeya-Jones, lo que dejó a los de negro son solo un ‘5’ y muy mermado en las posiciones interiores. Por lo que tuvo que salir Rabaseda de ‘4’ y cada falta de los pívots parecía un drama.
Un 0-4 de inicio con los cuatro puntos de Pantzar hizo pensar en una arranque arrollador bilbaíno como en Miribilla. Pero reaccionaron los locales liderados por Lansdowne, el jugador clave en la ida, y los puntos del keniano Ongwae.
Un 6-0 tras adelantarse el Surne 8-9 ya dio la iniciativa a los Niners (14-9) casi hasta el descanso. Cuando los visitantes encadenaron un 0-7 que cerró sobre la bocina De Ridder para llegar por delante a la segunda mitad.
Curiosamente, en una eliminatoria tan decantada en Bilbao a favor de los alemanes, al descanso de los dos partidos llegaron por delante los ‘hombres de negro’. Esta vez por tres puntos de ventaja (36-39), dos menos en Miribilla (46-41).
Aunque en ningún momento de la primera mitad llegó a vislumbrarse la posibilidad de un atisbo de remontada al 73-98 de la ida.
El tercer cuarto ahondó en la dinámica de igualdad que llevaba el choque, aunque de nuevo con el Chemnitz casi siempre llevando la iniciativa con protagonismo de Kajami-Keane y Van Beck, a pesar de la superioridad en la zona de Hlinason.
El gigante islandés, no obstante, estuvo casi maltratado por una arbitraje con el que se mostró muy en desacuerdo el banquillo visitante y un técnico del temple de Ponsarnau.
Así se llegó al último cuarto con los Niners dos puntos arriba (59-57) y el partido calentándose de cara a un último cuarto que empezó con una antideportiva de De Ridder, una técnica a Garret, varios encontronazos y muchas protestas.
De ese escenario, curiosamente ante un rival tan físico, sacó partido el Surne, que se adelantó 7 arriba a cuatro minutos del final lanzado por Hornsby (66-73), Y aún abrió más una inesperada brecha a favor, pero a lo más que llegó fue el 70-82 aún muy insuficiente para remontar y que en el 73-82 el triple final de Ongwae.
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